El Instituto Rector
- Carlos A. Vives
- 1 jul. 2020
- 5 Min. de lectura
Esta es una reflexión que hiciera años atrás (2014) a propósito de mi participación en la comisión de la creación de la Universidad de O'Higgins (UOH). La revivo para reflexionar sobre las oportunidades que tenemos hoy de hacer cambios en la educación
Quisiera compartir con ustedes una reflexión, luego de estos meses reuniéndonos lunes y viernes, escuchando distintas presentaciones y conversando sobre la futura Universidad Regional en nuestra Región del Libertador.
Hemos escuchado en varias oportunidades, y no solo en esta comisión, que una problemática actual de la educación superior es que se debe hacer un esfuerzo con los alumnos de primer año en nivelar sus estudios a través de propedéuticos, por ejemplo, para suplir las deficiencias e inequidades de nuestra educación. Mucho se habla, también, de la mala calidad de la educación escolar y de la pobre formación de profesores.
Hemos hablado, de que esta nueva universidad podría estar cimentada, en Institutos de especialidad, vinculadas con el medio. Así, hemos pensado que dado el medio agroindustrial, minero y marino de nuestra Región, debieran ser tres institutos, al menos, los que con Doctores que el Estado ha ido formando y están regresando al país debieran ser los primeros en formar estos institutos que vayan investigando y vinculándose con el medio para luego dar pie a la formación de pregrado. Se ha propuesto, también un Instituto cultural.
Resulta estratégico, entonces, y es estar a la altura de lo que hoy Chile clama, que en esta Universidad, el Instituto Rector sea el de Educación. También pensando, en traer expertos, como en las otras disciplinas.
Vale, traer a la memoria, 1889, cuando Valentín Letelier funda el Instituto pedagógico de la Universidad de Chile. No había formadores de profesores en Chile, o se requería un cambio importante. Este instituto pedagógico fue formado por, algo así, 8-9 profesores alemanes que se vinieron a vivir a Chile y un chileno.
¿Podremos realizar estos cambios con los formadores actuales?
¿Será, esta oportunidad, de hacer un aporte al país, en la mayor necesidad, o en una de las mayores prioridades?
¿Será que este Instituto Rector, como menciono, sea el que atraiga a distintos expertos de educación del mundo, como un esfuerzo del país, así como lo hizo Valentín Letelier en 1889?
Hoy, el país necesita un cambio en la formación de profesores, para lograr los cambios en educación.
Un Instituto de Educación, que se vincule con el medio, y en el medio, con una mirada multicultural y multidisciplinaria para provocar cambios y capacitación al cuerpo docente actual y sea capaz de proyectar la formación estatal de profesores de una nueva manera, de cara al futuro.
Ejemplos de excelencia en la formación de educadores existen en el mundo. ¿Por qué no buscar ahí e invitarlos a la Región a sumergirse en nuestro sistema y desde ahí reparar, donde sea necesario y construir?
Entonces, podríamos pensar que este Instituto Rector se vincule con la CORMUN, por ejemplo, con una base importante de colegios en Rancagua, donde estudie, investigue y desde aquí se provoquen los cambios que Chile requiere.
Así, por ejemplo, se hace necesario considerar en los futuros profesores métodos y teorías de la enseñanza que faciliten y promuevan el pensamiento crítico de los alumnos, nuevas metodologías para el Siglo XXI y el desarrollo de competencias necesarias para la sociedad de la información. Dentro de este ámbito hay importantes aportes de connotados autores e investigadores que han procurado identificar y ponderar dichas competencias para así procurar plasmarlas en los futuros profesores. Dentro de ellos se puede hacer mención al trabajo de Imbernón quien ya en 1998 asocia las tareas con la competencia estableciendo el siguiente listado
Preparación cultural
Análisis crítico
Capacidad reflexiva
Conocimiento técnico
Capacidad de adaptación
Capacidad de trabajo cooperativo
Capacidad organizativa
Competencia en áreas de gestión administrativa
Por su parte Rychen (2002) postula que las nuevas demandas sociales – rápidos cambios sociales y tecnológicos, globalización económica y cultural, creciente diversidad individual y social, cambios de valores a gran escala, inestabilidad de las normas entre otros - requieren de al menos tres categorías de competencias básicas en los nuevos profesores. Ellas son: actuar autónomamente, utilización interactiva de herramientas y funcionamiento en grupos socialmente heterogéneos.
Todos estos cambios rápidos y sostenidos generan nuevos desafíos para las instituciones formadoras de profesores, sólo a modo de ilustración: cómo balancear el conocimiento experto y el conocimiento práctico en el currículo y hasta qué punto un grado universitario asegura a un individuo una base o sustento a largo plazo. En un intento serio por dar respuesta a estas interrogantes Laurillard (2002) aporta con una serie de proposiciones que a continuación se presentan y que se explican en sí mismas:
Sustentar la competitividad mediante la mantención de valores esenciales.
Variación hacia un currículo orientado a las habilidades cognitivas de alto nivel y de largo plazo.
Realineación de la investigación y la enseñanza.
Introducción de tecnologías de aprendizaje.
Programas de investigación y desarrollo.
Nueva aproximación a la enseñanza profesional.
La preocupación por nuevos modelos de formación docente no queda reducida a los esfuerzos individuales de autores e investigadores; importantes organismos internacionales como la OECD y la UNESCO también se han mantenido preocupadas por las nuevas necesidades de formación, llegando a establecer que los nuevos profesores deberán ser capaces de responder a las altas exigencias con altas calificaciones académicas, actualización continua, tanto en pericia didáctica como en conocimiento, motivación para aprender, creatividad, cooperación y tecnología aplicada.
El desafío se hace cada vez más claro y patente. Una Facultad de Educación que asuma con responsabilidad y dedicación este noble emprendimiento, sin duda va a ser señera y va a dejar huellas en nuestra sociedad. Un modelo de formación del profesorado que desarrolle tanto el conocimiento pedagógico como el conocimiento del contenido pedagógico, que asuma que se requieren de más de los años de universidad, para maximizar los resultados de los alumnos. Primero será un profesor que pase de novicio a principiante avanzado (lo que obliga a un programa de seguimiento de sus egresados o convenios con los establecimientos que los contratan para completar su proceso de formación), que ponga su énfasis en técnicas y principios que facilitan la conversión del conocimiento en estructuras cognitivas, que trate y exija de acuerdo a las verdaderas capacidades de los futuros profesores, que facilite la comprensión de la vida en las escuelas, que reduzca la brecha entre la capacitación y el aula, que cuente con principios generales y codificados de instrucción, que incluya a los profesores en proyectos que les puedan afectar, que aproveche la crítica para generar aprendizaje, que realice seguimiento para mantener fortalezas y corregir debilidades y que logre el dominio a través de horas y horas de preparación es lo que nuestro país, en general, y nuestra Región, en particular, necesita y merece.
Es por lo anterior que resulta relevante que este Instituto Rector de la Universidad Regional, que se propone, se vincule estrechamente con la educación pública y a partir de ahí, construir. Es ir desarrollándose desde la base. A largo plazo, como lo es la educación. Es subir por las escaleras y no por el ascensor.
Referencias
Danielson, Charlotte (2007): Enhancing Professional Practice: A framework for teaching, Alexandria Virginia, ASCD
Darling-Hammond, Linda & Bransford, John (ed.) (2005): Preparing Teachers for a Changing World, What Teachers Should Learn and Be Able to Do, San Francisco, USA, Jossey-Bass, A Wiley Imprint
Imbernón, Francisco (1998): La Formación del Profesorado, Barcelona, Editorial Laia
Laurillard, Diana (2002): “Rethinking Teaching for the Knowledge Society” en Educause Review, Vol. 37, Nº1, January/February, pp. 358-371
Marcelo, Carlos (2001): “Aprender a Enseñar para la Sociedad del Conocimiento” en Revista Complutense de Educación, Vol. 12 Núm. 2, pp. 531-593
OECD/UNESCO (2001): Docentes para la Escuela de Mañana, Francia, Ediciones OECD
Rychen, Dominique Simone (2002): “Key Competencies for the Knowledge Society”, en http://www.oecd/DeSeCo/Rychen






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